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Kan Pao (265-316)

Ts´in Kiu-Po, natural de Lang-ya, tenia sesenta años. Una noche, al volver de la taberna, pasaba delante del templo de P´on-chan, cuando vio a sus dos nietos salir a su encuentro. Le ayudaron a andar durante un centenar de pasos, luego le asieron por el cuello y lo derribaron.

– !Viejo esclavo – gritaron al unísono-; el otro día nos vapuleaste, hoy te vamos a matar!

El anciano recordó que, en efecto, días atrás había maltratado a sus nietos. Se fingió muerto y sus nietos lo abandonaron en la calle. Cuando llegó a su casa quiso castigar a los muchachos, pero éstos, con la frente inclinada hasta el suelo, le imploraron:

-Somos tus nietos, ¿cómo íbamos a cometer semejante tropelía? Han debido de ser los demonios. Te suplicamos que hagas una prueba.

El abuelo se dejo convencer por sus súplicas.

Unos días después, fingiendo estar borracho, fue a los alrededores del templo y de nuevo vio venir a sus nietos, que le ayudaron a andar. El los agarró, fuertemente, los inmovilizó y se llevó a su casa aquellos dos demonios en figura humana; les aherrojó el pecho y la espalda y los encadenó al patio, pero desaparecieron durante la noche y él lamentó vivamente no haberlos matado.

Pasó un mes. El viejo volvió a fingir estar borracho y salió a la aventura, después de haber escondido un puñal en el pecho, sin que su familia lo supiera. Era ya muy avanzada la noche y aún no había vuelto a su casa. Sus nietos temieron que los demonios le estuviesen atormentando y salieron a buscarlo. Él los vio venir y apuñaló a uno y otro.

Bibliografía

Narraciones Terroríficas, Antología de cuentos de misterio. Barcelona: Ediciones Acervo, 1968.

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