El Edén la primigenia morada del ser humano en los pasajes bíblicos, no se encontraba en Asia, sino en un continente que hoy yace sumergido en el fondo del océano Indico: Lemuria. Eso es lo que asegura una leyenda. Se cuenta que esa tierra vio su máximo esplendor hace más de 25 mil años, y que el nivel de civilización alcanzado por sus habitantes sobrepasó incluso el de las sociedades actuales. Tan grande fue su legado, que de acuerdo con los estudiosos es posible encontrar vestigios de su cultura en muchos de los mas importantes pueblos del mundo antiguo. Hasta los atlantes, quienes más tarde poblarían la fatídica Atlántida, verían nacer su raza entre los lemurianos, como se les denominaba a los habitantes de aquel continente.
No obstante, un cierto desacuerdo sitúa a las dos naciones – Lemuria y Atlántida – como una suerte de potencias rivales que, más que ostentar una relación ancestral, pugnaban por el señorío de un mundo todavía joven. Durante miles de años los lemurianos desarrollarían sus conocimientos, pero, debido a un enorme desastre, su fin llegaría de forma abrupta: tragada por las aguas, Lemuria seria víctima de la convulsión de su subsuelo volcánico, que la envolvería en lava, fuego y ceniza, borrando cualquier pista que sirviera para encontrarla.
Desde la antigüedad las civilizaciones perdidas han sido tema común en las creencias de diversas culturas. Quizás porque nos resulta fascinante la posibilidad de lo desconocido; la existencia de un enorme reino que, como en el caso de la antigua Troya, espera ser encontrado. Una mención o algún mapa antiguo dan validez y actualidad a los sitios fantásticos, reclutando adeptos ávidos por conocer todo lo a ellos respecta. La Atlántida, por ejemplo, pese a ser solo mencionada por Platón en sus diálogos socráticos Timeo y Critias, alrededor del 355 a. C. – no existe ninguna otra referencia a la isla en el mundo antiguo -.
Lemura es mencionado por primera vez en un articulo del naturalista ingles Philip Sclater, publicado en 1864 en el prestigiado diario The Quarterly Journal of Science. Sclater intenta dar una respuestas al porqué en India se han hallado fósiles de ciertos mamíferos que se supone solo habitan en Madagascar, y cuál es la razón que no haya rastro de ellos en toda África o en el Medio Oriente. Ya que estos animales no pudieron atravesar el mar, y tampoco se han encontrado pruebas de que hayan llegado hasta India rodeado por tierra, Sclater no ve mas solución que la existencia de un antiguo continente que sirvió de puente terrestre para que las especies cruzaran entre Asia y África, el cual debió desaparecer hace miles de años debido a un posible cataclismo.
A raíz de ello Lemuria se colocó en el imaginario colectivo moderno; no obstante, la ciencia que lo creó pronto forjaría una barrera y no sería sino hasta 1888 que se volvería hablar del contenido perdido. Ese año Helena Blavatsky, una de las más importantes ocultistas del siglo XIX, publicó La doctrina secreta, texto que se supone está basado en antiguos manuscritos tibetanos conocidos como el Libro de Dzyan, escrito en senzar, el lenguaje secreto sacerdotal.
En tales manuscritos se hace referencia a una tierra que existió antes que la Atlántida, llamada Lemuria, cuyos habitantes son descritos por Blavatsky como seres altos de aspectos simiesco y mente primitiva. Eran hermafroditas y se procreaban a través de huevos. De esos pseudoanimales, a quienes llama “la tercera raza”, evolucionarían los atlantes, y mas tarde nosotros.
Bibliografía
Extractos sacados de Muy Interesante (2016). Mitos y Leyendas. Editorial GyJ Televisa S.A. DE C.V